Miles de fieles le dan su último adiós
Acompañado por cardenales y
entre aplausos: asà fue el traslado del féretro de Francisco a San Pedro
El ataúd fue llevado a la
BasÃlica, donde quedó colocado ante el altar central. Estará allà para su
despedida hasta el funeral del sábado. Las escenas de emoción que se vivieron
durante la ceremonia.
23 de abril de 2025 - 15:20
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Imagen: AFP
Desde Roma
El féretro del Papa
Francisco llegó en la mañana del miércoles, exactamente a las 9.36 hora
italiana, a la BasÃlica de San Pedro desde la capilla de la Casa Santa Marta,
el lugar donde vivÃa el Papa argentino dentro del Vaticano y donde fue puesto
el cajón originariamente. Estaba previsto este traslado para que en San Pedro
los fieles puedan dar el último saludo al Papa. Hasta el sábado, dÃa en que se
hará el funeral, los fieles podrán visitar a Francisco y darle su último
saludo. Poco después del funeral el féretro será llevado a la basÃlica de Santa
MarÃa Mayor de Roma donde será enterrado.
Unos 14 sacerdotes llamados
penitenciarios (porque están autorizados a confesar a fieles en casos de
urgencia) con una estola roja y una candela esperaban afuera de la capilla la
salida del féretro y lo acompañaron rodeando el cajón durante la procesión que
lo llevó a San Pedro. Junto a ellos varios guardias suizos, la policÃa local
del Vaticano, con sus vestimentas tradicionales inspiradas en los frescos del
artista Rafael Sanzio del 1500, con rayas rojas, amarillas y azules y un caso
metálico con plumas rojas.
Los cardenales estuvieron acompañando al féretro en la capilla hasta que
a las 9.08, empezó la procesión para el traslado y empezaron a sonar las
campanas del Vaticano. En primera fila de la capilla se vio al secretario de
estado vaticano, Pietro Parolin, y al cardenal filipino Luis Antonio Tagle.
Ambos con una expresión de angustia. En otras filas se vio el cardenal
estadounidense Leo Burke, uno de los principales opositores de Francisco, serio
pero nada angustiado.
Francisco fue colocado, según su proprio deseo, en un cajón de madera,
muy simple, sin decoraciones de ningún tipo, solo cubierto internamente con una
tela roja. El Papa fue vestido con un manto papal rojo y una mitra blanca.
Tiene además un rosario entre las manos.
El cardenal irlandés Kevin Farrell y actual camarlengo (encargado del
Vaticano durante la “sede vacante”, es decir cuando no hay un Papa), inició la
ceremonia del traslado del féretro bendiciendo el cuerpo de Francisco en la
capilla de Santa Marta.
La procesión con el féretro hacia San Pedro la encabezaron decenas de
sacerdotes, seguidos de obispos y los cardenales que marcharon lentamente para
salir de la capilla y entrar a la plaza de San Pedro a través de la puerta de
las Campanas. Hicieron un recorrido entre los fieles presentes en la plaza para
luego entrar a la basÃlica por la puerta central decorada con cortinas rojas y
una cruz con Jesucrito en la parte superior. Al final de la procesión iban
laicos, monjas frailes, personal del Vaticano.
El féretro fue llevado todo el tiempo por unos 14 empleados del Vaticano
en sus hombros. Y muchos de ellos se veÃa que hacÃan grandes esfuerzos para
soportar el peso del féretro.
Estallaron los aplausos cuando el cajón iba pasando entre los fieles y
cientos de manos en alto con teléfonos celulares trataban de fotografiar o
filmar la escena.
Las banderas del Vaticano están a media asta y también las de Italia,
según lo decidido por el gobierno de la primera ministra Giorgia Meloni que
declaró cinco dÃas de duelo nacional por la muerte del Papa.
La basÃlica estaba ocupada solo por miembros de la Iglesia en ese
momento. No habÃa fieles.
El féretro fue colocado ante el maravilloso altar central de la basÃlica
(llamado altar de la confesión) a las 9.36 de este mañana. En la primera fila
de los laicos se vio a la teóloga argentina Emilce Cuda, secretario de la
Pontificia Comisión para América Latina.
Y poco después se vio acercarse el féretro de Francisco a la hermana
Genevieve Jeanningros, sobrina de la monja francesa Leonie Duquet que junto a
otra monja, Alice Dumon, fueron secuestradas y desaparecidas por la dictadura
argentina en 1977 por ayudar a las Madres de Plaza de Mayo. La hermana
Genevive, que desde hace algunos años vive y trabaja en Ostia, cerca de Roma,
se ha empeñado muchÃsimo en los juicios que se hicieron contra los dictadores
latinoamericanos del Plan Cóndor en Italia. Ella fue uno de los testigos.
La basÃlica estará abierta hasta las 24 de hoy miércoles para la visita
de los fieles. Y lo estará también jueves y viernes, desde las 7 de la mañana
hasta las 24. El sábado no se permitirá el acceso porque se hará el funeral en
la plaza y las medidas de seguridad han sido multiplicadas dado se prevé la
llegada de muchos mandatarios del mundo, entre ellos el presidente
estadounidense Donald Trump. Unas 200.000 personas, según la prefectura
italiana, está previsto que asistan al funeral.
Fuente: Página/12
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