A los 88 años y tras 12 de papado
Murió Francisco, un Papa
contra las guerras, por la ecología y a favor de los pobres
Falleció a las 7.35, hora
de Roma en su residencia de la Casa Santa Marta, informó el Vaticano. Había
retomado su actividad.
22 de abril de 2025 - 00:01
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Desde Roma
Tras su reaparición pública
en el domingo de Pascuas luego de su internación, el mundo se conmocionó ante
la noticia de la muerte del papa Francisco, en la madrugada de este 21 de abril
en su departamento de la Casa Santa Marta en Roma. El saludo y homenaje de los
mandatarios de todo el mundo fue unánime, mientras miles de personas se
acercaban al Vaticano para darle su último adiós. Se abre un período de
especulación sobre quién lo sucederá al frente de la Iglesia Católica.
En sus doce años de
pontificado, Francisco siempre
se manifestó a favor de los pobres y contra el cambio climático y las guerras
además de haber impulsado cambios estructurales en la Iglesia para permitir una
mayor transparencia, especialmente a nivel financiero, evitar los abusos de
menores y dar un espacio importante a las mujeres.
El 13 de marzo de
2013, a los 76 años, el ex arzobispo de Buenos Aires y cardenal Jorge Mario
Bergoglio fue elegido como máxima autoridad de la Iglesia católica. Optó
por llevar el nombre de Francisco, en memoria de Francisco de Asís, un santo
muy respetado por haber dedicado su vida a los pobres y al ambiente.
Primero en la historia
Francisco fue el primer
Papa jesuita de la historia de la Iglesia y el primer latinoamericano,
además de ser el primero que eligió llamarse Francisco. Características que lo
transformaron en centro de atención de todo el mundo pero también de muchas
críticas de parte de los sectores más conservadores de la Iglesia que
a lo largo de los años lo consideraron una suerte de “papa comunista”,
como han dicho algunos de ellos, en especial de la iglesia estadounidense,
porque se ocupaba demasiado de los pobres.
"Mi gente es pobre y
yo soy uno de ellos", dijo más de una vez según los datos biográficos
difundidos por el Vaticano. Así explicaba también por qué decidió irse a vivir,
siendo Papa, a un simple y pequeño departamento en Casa Santa Marta, dentro del
Vaticano, donde vivió todos estos años, dejando el lujoso palacio y
departamento papal donde habían vivido los otros pontífices.
Jorge Mario Bergoglio
había nacido en Buenos Aires el 17 de diciembre de 1936, en el seno
de una familia emigrada del Piemonte (región del norte de Italia). Su padre,
Mario, era un contador de la empresa de ferrocarriles de Argentina y su madre,
Regina, era ama de casa y se ocupaba de la educación de sus cinco hijos. Vivían
en el barrio Flores de Buenos Aires.
Bergoglio se
diplomó como técnico químico pero luego se dedicó al sacerdocio. El 13 de
diciembre de 1969 fue ordenado sacerdote, después de haber hecho el noviciado
primero en Villa Devoto y luego en la Compañía de Jesús, es decir con los
jesuitas. Fue profesor de varias escuelas y universidades católicas y
fue a varios países, como Chile, Alemania y España para perfeccionar
sus estudios en ciencias humanas y filosofía y su preparación
religiosa.
El 31 de julio de 1973
Bergoglio fue nombrado provincial (autoridad en una región) de los jesuitas de
Argentina y estuvo en ese cargo por seis años. Fue por un presunto accionar
suyo durante la dictadura militar en Argentina, que fue acusado e investigado
por no haber ayudado a los sacerdotes jesuitas Orlando Yorio y Francisco
Jalics, secuestrados por los militares.
Bergoglio declaró años
después que había reclamado por la libertad de ambos ante los dictadores Jorge
Rafael Videla y Emilio Massera. Los jesuitas fueron liberados luego de cinco
meses de encierro en la ESMA.
En 2013, Jalics afirmó
que se sentía reconciliado con “aquellos acontecimientos, que para mí son
asunto terminado”. Pero aún así reiteró que no haría comentarios sobre la
actuación de Bergoglio en el caso, según informó PáginaI12.
“Bergoglio trató de ayudar
en lo posible", dijo el argentino Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de
la Paz.
Bergoglio obispo y cardenal
El 27 de junio de
1992 recibió la ordenación episcopal luego que el papa Juan Pablo II lo
nombrara obispo titular de Auca y auxiliar de Buenos Aires. Desde 1998 fue
arzobispo de Buenos Aires y como tal pensó en llevar adelante un
proyecto misionero centrado en la comunión y en la evangelización. “Cuatro
fueron los objetivos principales: comunidades abiertas y fraternas;
protagonismo de un laicado consciente; evangelización dirigida a cada habitante
de la ciudad; asistencia a los pobres y a los enfermos”, según el Vaticano.
En 2001 fue creado
cardenal por Juan Pablo II. Desde ese momento fue parte de distintas
congregaciones vaticanas como el Consejo Pontificio para la Familia y la
Comisión Pontifica para América Latina y participó del cónclave que eligió al
Papa Benedicto XVI, luego de la muerte de Juan Pablo II en 2005.
El papado de Francisco
En sus doce años de
pontificado escribió entre otros documentos, cuatro encíclicas
(“Lumen Fidei” en 2013, “Laudato si” en 2015, “Fratelli tutti” en 2020 y
“Dilexit nos” en octubre de 2024). “Laudato si, sobre el cuidado de la casa
común” en particular fue la primera encíclica en la que Francisco invitó a
todos a una “conversión ecológica”, destacando que el cuidado del ambiente está
ligado a la justicia hacia los pobres y a la solución de los problemas de una
economía “que persigue sólo las ganancias”. Otra encíclica que se destacó fue
“Fratelli tutti” (Todos hermanos) que el Papa publicó en plena pandemia de
covid para ayudar a todos a salir de esa crisis. “Nadie se salva solo”, dijo
varias veces entonces, para estimular la solidaridad. “Fratelli tutti” hace
referencia a una famosa frase de San Francisco de Asis, que subraya la
importancia de “reconocer, apreciar y amar” a todas las personas,
“independientemente del lugar donde hayan nacido o donde vivan”, subrayó la
encíclica.
Francisco escribió
también siete exhortaciones apostólicas (entre ellas una dedicada al
Amazonas y otra a la crisis climática), 39 constituciones apostólicas (algunas
de las cuales cambiaron las reglas vigentes en el Vaticano, como por ejemplo el
Código del Derecho Canónico y el rol de la curia romana hacia la Iglesia en el
mundo). En los 24 mensajes “Urbi et Orbi” (a la ciudad y al mundo) de
Pascua y de Navidad, hizo cada vez un balance socio- político de la
situación mundial. Los últimos, en la pasada Pascua y Navidad, los dedicó sobre
todo a las guerras en el mundo, pidiendo la paz para todas ellas.
Los pobres,
inmigrantes, el cambio climático y las guerras estuvieron siempre muy presentes
en sus mensajes. Pero también importantes reformas hechas en la
Santa Sede, tanto a nivel económico para mejorar la transparencia
financiera, como otras referidas a cambios en la justicia vaticana, entre otras
cosas para facilitar los procesos y condenas de miembros de la Iglesia acusados
de abusos sexuales, y otras medidas que favorecieron el acceso de las mujeres a
sectores de la Santa Sede.
Hasta 2024 más de 1.165
mujeres trabajaban en el Vaticano, muchas más que antes que Bergoglio fuera
elegido Papa en 2013. El hubiera querido que las mujeres también
ocuparan otros roles en la Iglesia, pero el sínodo de obispos del 2024 no
aprobó las medidas que lo hubieran permitido, demostrando que no todos los
miembros de la Iglesia están de acuerdo con Francisco, especialmente los que
defienden una Iglesia que fue siempre reino masculino y donde las monjas
cumplían un rol secundario o terciario.
Y por las críticas que
surgieron en contra de su Pontificado en todos estos años, sobre todo de parte
de algunas conferencias episcopales más conservadoras, Francisco nunca se hizo
demasiado problema y fue adelante.
Los viajes y la salud de Francisco
Casi cuatro meses después
de haber sido elegido Papa en marzo de 2013, Francisco decidió hacer su primer
viaje como Pontífice a un lugar insólito: la isla de Lampedusa, donde llegaban
miles de migrantes de África y Asia en esos años, porque es la zona europea más
cercana a las costas africanas. En el Mediterráneo, cerca de esa isla, ya
habían muerto entonces más de 300 migrantes y el Papa quiso rendirles su
homenaje tirando coronas de flores al mar Mediterráneo, casi transformado, como
él dijo varias veces, en un cementerio.
En estos doce años de
pontificado Francisco hizo 28 viajes en Italia y 48 viajes al exterior que
incluyeron, entre otros países, Mongolia, Portugal, Canadá, Irak, Grecia,
Eslovaquia, Emiratos Árabes, Rumanía, Japón, Papua Nuova Guinea, Indonesia,
Bruselas. En esos 48 viajes fueron incluídos 10 países de América
Latina (Brasil, Chile, Perú, Panamá, Colombia, México, Cuba, Ecuador,
Bolivia y Paraguay). Pero nunca viajó a Argentina aunque en algunas
entrevistas había dicho que lo tenía presente y hasta había hablado de que
podría viajar en 2025.
Muchos se preguntaron por
qué no había viajado a Argentina desde que estaba en Roma. Y se hipotizaron
muchas respuestas. Pero nunca se supo la verdad. Está claro que con su estado
de salud la situación se complicó. A los 88 años, afrontar un viaje de más de
12 horas de Roma a Buenos Aires no hubiera sido fácil.
La salud de
Francisco había presentado varios problemas en los últimos años, algunos
resfríos e inflamación pulmonar por lo que tuvo que ser internado en el
Policlínico Gemelli (del Vaticano) para controles y donde había estado ya
internado el año pasado por una pulmonía. Hay que recordar que cuando
era joven por, quistes en una parte del pulmón derecho, le tuvieron que
extirpar el lóbulo superior del pulmón derecho, y eso lo convirtió en una
persona muy sensible a las complicaciones respiratorias. La última internación
en el Gemelli, que comenzó el 14 de febrero de este año y se prolongó por 38
días, se presentó más complicada después que se le diagnosticó una “infección
polimicrobiana” y una “neumonía bilateral”.
Francisco había sido operado
en el Gemelli tres veces en los últimos años, una vez al colon y dos al
estómago. Tenía además problemas en una rodilla que con el tiempo
no le permitieron caminar ni estar de pie mucho tiempo, desplazándose sólo
en silla de ruedas.
Pese a que su situación
había empeorado, en declaraciones hechas llegar a la prensa había dicho
que no tenía intenciones de renunciar a su cargo, aunque algunos lo
catalogaban como un “inconsciente” porque quería moverse y trabajar todo el
tiempo, pese a su estado de salud.
En los últimos días de
internación en el Policlínico no paró de trabajar, por ejemplo nombrando
obispos en distintos lugares y aceptando las renuncias de otros y hasta
llamó por teléfono varias veces a la Iglesia de la Sagrada Familia de Gaza, la
región palestina donde se ha desarrollado gran parte del conflicto con Israel,
para saber cómo estaban. Habló cada vez con el sacerdote argentino Gabriel
Romanelli, que está a cargo de esa parroquia.
En el Policlínico Gemelli
estuvo prácticamente aislado por seguridad, alojado en el llamado “departamento
de los Papas” en el décimo piso donde estuvo también
internado Juan Pablo II varias veces. Es un pequeño departamento que tiene
también una pequeñísima capilla. Francisco recibió allí sólo a sus dos
secretarios y al personal sanitario que lo asistía, excepto el 19 de febrero
que fue a saludarlo la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y dijo luego
haberlo encontrado bastante bien y bromeando como siempre.
Francisco solía hacer
bromas con todo el mundo. A sus médicos, cuando le preguntaban cómo estaba, les
respondía sonriendo: “Todavía vivo lamentablemente, debido a ustedes”.
Libros y esperanza
En sus 12 años de pontificado han sido publicados numerosos libros referidos a Francisco (“Más allá de los límites”, “La esperanza no defrauda nunca”, “Tierra, techo, trabajo”, etc) pero el más importante salió a la luz hace pocos meses: “Spera” (“Espera”, que en español han traducido también como “Esperanza”) una autobiografía de Francisco quien durante seis años trabajó junto al escritor Carlo Musso para armarla. En el libro cuenta detalles preciosos de su infancia, de su familia, de su adolescencia, de su preparación para el sacerdocio y mucho más. Según el Papa, este libro debía ser publicado después de su muerte. Pero el “Jubileo de la Esperanza” que él inauguró en diciembre pasado y durará todo el 2025 reuniendo a artistas, periodistas, niños, adolescentes, diáconos, mujeres, entre otros, de todo el mundo, le hicieron cambiar idea y lo publicó. Porque la esperanza es, según Francisco, lo que le hace falta a todo el mundo en este momento histórico de desastres naturales, guerras y crisis económicas.
Tras la ceremonia de
despedida al Papa argentino comenzará el cónclave, es decir la reunión en el
Vaticano de cardenales de todo el mundo para elegir al nuevo Papa.
Fuente: Página/12
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