Masiva marcha de las dos CTA, los gremios
combativos, los curas villeros y la UTEP
Todos juntos en la calle
contra Javier Milei: "Hay otra Argentina posible”
Numerosas columnas
sindicales, de organizaciones sociales y de organismos de derechos humanos
coparon este jueves la Plaza de Mayo. Denunciaron "la bicicleta financiera
que enriquece más a los ricos, mientras se le niega el pan a los trabajadores",
como postuló Hugo Yasky. La movilización mostró la unidad de distintos sectores
que confrontan con el modelo libertario.
6 de diciembre de 2024 -
11:59
. Imagen: NA
Con una jornada de
protestas en todo el paÃs, que en Buenos Aires consistió en una marcha a la
Plaza de Mayo, las dos CTA junto a otras organizaciones sindicales,
sociales y polÃticas repudiaron al gobierno de Milei y llamaron a
construir “un sujeto colectivo que tome en sus manos la movilización popular y
enfrente al Gobierno”. A la convocatoria se sumaron los movimientos de la Unión
de Trabajadores de la EconomÃa Popular y de Territorios en Lucha. La
CGT no participó, aunque sà fueron, desmigajados, algunos de sus sindicatos
como los aceiteros, el Smata, La Bancaria y los gráficos. La izquierda también
marchó, aunque con una columna independiente y con consignas diferenciadas.
Esta jornada de lucha fue
el cierre de un proceso: estuvo precedida de tres meses de reuniones entre
agrupaciones del campo nacional y popular que, aunque comparten su oposición al
gobierno de Milei, enfrentan evidentes dificultades para encontrar cómo darle
pelea.
Para las CTA, la
marcha fue un paso más hacia su unificación. Los movimientos sociales
se sumaron a la protesta sin dudarlo porque para ellos se trata de
seguir calentando la calle (el próximo miércoles harán una jornada de
cortes), aunque están conscientes de que no habrá cambios de fondo mientras que
la cascoteada clase media no haga lo propio. Estuvieron también los organismos
de derechos humanos.
El dato a buscar en esta
marcha pasó a ser el de cuántos serÃan los cegetistas rebeldes. Hubo además
otra novedad, la llegada de una columna de las agrupaciones polÃticas y
sociales del peronismo bonaerense, referenciadas con el gobernador Axel
Kicillof. Lo hicieron detrás de una enorme pancarta que anunciaba su
procedencia, “Provincia de Buenos Aires”, con cientos de banderines con el
nombre del gobernador. Kicillof no fue a la plaza, pero sà estuvo su ministro
de Trabajo, Walter Correa.
Desde el palco, Hugo Yasky
le dedicó una mención especial: “Walter Correa -que es dirigente sindical-
llegó a ser ministro de Trabajo de la gobernación bonaerense representando a
los trabajadores, mientras que el secretario de Trabajo de la Nación (Julio
Cordero) llegó a serlo representando a Techint. Esa es la diferencia que marca
que hay otra Argentina posible”.
La Casa Rosada y el poder
económico
Los referentes de la
jornada de lucha hablaron desde un escenario junto a la pirámide de Mayo. Los
oradores principales fueron los dos referentes de las CTA, Hugo Godoy y
Hugo Yasky. Los dos pusieron el foco sobre los grupos económicos que
sostienen al gobierno de Milei, con un modelo que produce ganancias financieras
y quiebras en el aparato productivo, y que aumentó la indigencia hasta llevarla
al 18 por ciento.
“DÃas atrás los diarios
publicaron las fotos de los empresarios más ricos de la Argentina: Marcos
GalperÃn, Eduardo Eurnekián, Paolo Rocca… son los mismos que hoy gobiernan y le
dan sustento a la bicicleta financiera con la que se llevan, a costa de
nuestra angustia, la riqueza producida por los argentinos. Son esos ricos los
que quieren gobernar”, dijo Godoy.
“Los más ricos del paÃs son
los que dan sustento a la bicicleta financiera que generamos los argentinos, y
quienes viven y trabajan en nuestra patria. Son esos ricos los que quieren
gobernar y no solamente para ganar más, sino también para pasarle una
motosierra a lo que queda del estado social de la Argentina”, agregó
Godoy.
Yasky, por su parte, apuntó
que Milei “convirtió la riqueza de la Argentina en un banquete, en el
festÃn de los dueños del poder económico, mientras le niega el pan a los
trabajadores”.
Sin represión, pero con
verdugueo
Esta vez no hubo represión,
aunque la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, desplegó un operativo en
las calles del centro, como diciendo "acá estoy". Sobre la 9 de Julio
y avenida de Mayo se instaló la policÃa de la Ciudad, frente al edificio de
Desarrollo Social se desplegaron fuerzas de la Prefectura, y acercándose a
Constitución montaron guardia vehÃculos de GendarmerÃa.
Igual que en otras marchas,
el verdugueo policial se concentró sobre columnas de las organizaciones
sociales: los piqueteros y piqueteras (en su mayorÃa eran mujeres) fueron a la
plaza por la Diagonal Sur, en ese camino la infanterÃa los mantuvo
encajonados contra el cordón, para que ocuparan un solo carril de la calle.
La ostentación de fuerzas
no tenÃa otro sentido que el de meter miedo. Y, de hecho, hubo personas que en
lugar de marchar se quedaron en la 9 de Julio por temor a caer en una encerrona
represiva.
Pero una vez que se salÃa
de esa zona, ya en la plaza, el panorama estaba tranquilo y sin uniformados. El
clima de la concentración parecÃa el de las viejas épocas previas a Milei en
las que se podÃa manifestar sin ser gaseado.
Los organismos, la iglesia y
la izquierda
Los organismos de derechos
humanos participaron activamente en la marcha. Adolfo Pérez Esquivel acompañó a
los manifestantes, a pesar del sol del mediodÃa, hasta el lugar donde se
realizó el acto, y más tarde Taty Almeida se acercó al palco. Terminado el
acto, muchos manifestantes se quedaron en la Marcha de la Resistencia de las
Madres de Plaza de Mayo (ver aparte).
“La Mesa de Organismos
denunciamos a este gobierno que está arrasando con los derechos en muchos
planos, y también en el de los derechos humanos vinculados a la memoria, verdad
y justicia, ya que es un gobierno que busca la impunidad de los represores”,
señaló Ana MarÃa Careaga, militante por los derechos humanos, sobreviviente del
centro clandestino de detención Club Atlético.
Otro sector movilizado fue
el de los curas villeros y en opción por los pobres y las iglesias evangélicas
que trabajan en los barrios, que hicieron una oración ecuménica. “Es un
atropello quitarle la comida a los comedores comunitarios y los remedios a los
jubilados”, dijeron los oficiantes.
La izquierda fue a la plaza
con una columna independiente, en la que planteó que la convocatoria de las CTA
se quedó en lo simbólico. “Si no hay un paro nacional, no cambia nada”,
sostuvieron. Y de hecho, marcharon llevando en la cabecera una pancarta con la
consigna “paro general y plan de lucha para derrotar a Milei”.
Un mosaico de afectados
En cuanto a la diversidad
de sectores, se podÃa encontrar en la calle al muestrario de los afectados por
las polÃticas de Milei: trabajadores estatales, docentes, PyMEs, estudiantes
universitarios, jubilados, productores de la agricultura familiar, clubes de
barrios, trabajadoras sociocomunitarias y de cooperativas, trabajadores del
sector aeronáutico y de los hospitales.
Todos dieron sus luchas en
este primer año de gobierno libertario; muy pocos la ganaron. "Yo no creo
que haya habido poca resistencia" dijo consultado sobre el punto José
Testoni, docente, titular de la CTA Autónoma de Santa Fe, que llegó a la marcha
con una delegación de su provincia en la que estaban representados todos esos
sectores. "Resistencia hubo mucha", opinó él, "lo que no hubo
fue una salida polÃtica. Nos falta esa construcción. Y aún asÃ, hay que salir
igual, hay que darle un mensaje a la sociedad para que salga. No podemos darnos
el lujo de que se instale la idea de la resignación".
Fuente: Página/12
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