Definiciones de la expresidenta
Cristina Kirchner:
"Hay que reformar la Constitución"
Durante una entrevista
sobre la reforma del '94, CFK planteó que deberÃan acomodarse los mandatos para
votar cada cuatro años y no cada dos. Además pidió incorporar la figura de las
enmiendas y rechazó que los jueces tengan cargos a perpetuidad. También criticó
a Milei y tildó de insólita la versión de un pacto con el mandatario.
4 de diciembre de 2024 -
11:22
·
. Imagen: Capturas de video
La expresidenta Cristina
Kirchner consideró que el sistema polÃtico argentino deberÃa atravesar
por una nueva reforma constitucional que “modifique el perÃodo de
elecciones” cada cuatro años en vez de dos, y que también “modifique el sistema
judicial”, de modo tal que no haya magistrados a perpetuidad y que además
se puedan elegir a través del voto popular.
La exmandataria rechazó
también las versiones sobre un supuesto acuerdo entre Unión por la Patria (UxP)
y el gobierno nacional respecto del tratamiento de algunos temas en el
ámbito parlamentario. “Cuando escucho decir eso me pregunto ‘¿esta gente me
está tomando el pelo?’”
“No pudimos conseguir que
Diputados derogue el DNU 70/2023. En el Senado se lo derogamos pero en la
Cámara baja no podemos juntar el número”, planteó y explicó: “¿Quienes
le dieron los números para que aprobaran el RIGI? Los dialoguistas y el PRO.
¿Quiénes votaron en contra? Unión por la Patria. Pero resulta que los que
acordamos con Milei somos nosotros?”
La reforma Constitucional de 1994
Durante una entrevista
publicada en el podcast Generación 94, Cristina Kirchner recordó que su
participación en esa Convención Constituyente fue la que disparó la necesidad
polÃtica de presentarse como senadora por Santa Cruz para “pasar del
plano provincial al nacional. Fue una decisión que tomamos con Néstor”.
Por esos dÃas “no
pensaba ser senadora, como tampoco pensé ser presidenta; nunca tuve un
plan, se fueron dando circunstancias”, añadió.
Respecto de la reforma,
sostuvo que las modificaciones que se hicieron ese año tras el Pacto
de Olivos “quedaron acotadas al tema de la reelección” del entonces
presidente Carlos Menem, mientras que Raúl AlfonsÃn “intentó
introducir parte de otras reformas”.
“Fue un acuerdo de gente que se desconfiaba entre sÔ,
definió. Eso sÃ, concedió que “en el capÃtulo federal hubo cuestiones muy importantes”, aunque
reconoció que no hubo cambios sustanciales en el tema de la coparticipación
federal. “Fue importante incorporar algunas cláusulas pero lo que AlfonsÃn
buscaba era reformismo y atenuar el sistema presidencialista. ¿Lo logró? A mi
criterio, no. La
Argentina es hiperpresidencialista y a los resultados me remito”.
“La
elección de cuatro años le da al presidente una intensidad muy fuerte, la
incorporación de los DNU (que antes eran excepcionales) ya adquirieron un
trámite parlamentario más”.
Además cuestionó que la creación del Consejo de la Magistratura “no
hizo más que politizar la Justicia como nunca se vio en la historia”. “El
grado de mala politización que tiene hoy el Poder Judicial es producto de la
introducción del Consejo de la Magistratura”, sentenció.
“Hay que reformar la Constitución”
Para la expresidenta, en la reforma del ’94 debió introducirse un sistema de
enmiendas, como la Constitución de Estados Unidos. “Que cada vez que
se quiera reformar la Constitución haya que lograr los dos tercios del Congreso
para convocar a una convención y a elecciones para convencionales, es algo que
no pasa en ninguna parte del mundo”, dijo.
“Hoy, Brasil, México y Estados Unidos tienen un
sistema de enmiendas, que es un sistema que no se introdujo en ese momento”. Por
eso, agregó, “yo creo
que hay que reformar la Constitución”.
“Hoy
los números (para una reforma constitucional) no están pero la necesidad de
reformarla, sÔ, enfatizó.
En su opinión, lo que habrÃa que modificar es el
perÃodo de elecciones. “No
puede haber elecciones cada dos años. Tiene que haber elecciones cada cuatro
años, acomodar los mandatos en ese tiempo”.
“Creo que también hay que modificar el Consejo de la Magistratura y el
sistema judicial. El sistema presidencialista no fue atenuado y tampoco el
Poder Judicial actúa en su función especÃfica para los excesos del Poder
Ejecutivo”, argumentó y puso como ejemplo “lo que está pasando con el decreto de necesidad y urgencia
70/2023 que Javier Milei lanzó a dÃas de haber asumido.
“No
hay en la historia un DNU que derogue 80 leyes y que modifique otras 300 (…)
¿Qué dijo la Justicia? Absolutamente nada”, y el planteo que hizo la oposición
en la Corte Suprema “duerme el sueño de los justos”, criticó.
Como ejemplo de reacción del Poder Judicial, Cristina
recordó lo que el máximo tribunal hizo cuando durante su último gobierno planteó “la
democratización de la Justicia”. Luego de ser aprobada por el Congreso, “en
menos de 40 dÃas la Corte se abocó y la declaró inconstitucional”.
Reforma del Poder Judicial
Para CFK, otra de las modificaciones que deberÃa
hacerse en la Constitución Nacional tiene que ver con la elección de jueces y
la duración en sus cargos. “¿Es
moderno que alguien que puede decidir sobre tu vida, tu libertad y tu
patrimonio, una vez que es nombrado dure toda la vida?”, se preguntó.
En este sentido la comparó con lo que ocurrió con las
Fuerzas Armadas antes del retorno de la democracia, en 1983. “¿Te acordás lo que ocurrÃa con
las Fuerzas Armadas que se juzgaban a sà mismas? Eso ya no pasa. Pero esto pasa
en el Poder Judicial. (Los jueces) se juzgan a sà mismos. Es algo muy
corporativo”.
Además, propuso que también sea modificado el modo de
elección del Procurador General y puso como ejemplo lo que ocurre en Estados
Unidos, donde “el
fiscal general es elegido por el presidente y se va con el presidente. Acá, con
la legislación vigente (hace que ese cargo) dure de por vida”, cuestionó.
“Tenemos
una rémora monárquica en uno de lo poderes del Estado, que además es el que
tiene que equilibrar y morigerar los excesos que pueden cometer los poderes
Ejecutivo y Legislativo”.
Para CFK, la durabilidad de los cargos judiciales es sinónimo de
“estabilidad para un sistema económico donde los que tienen plata tengan cada
vez más plata, y los que tienen menos plata, tengan menos”.
“Un Estado sobredimensionado”
En otro tramo de la entrevista, la exmandataria se refirió a la necesidad de
“replantear” el Estado a partir de la “sobredimensión” que llegó a
tener.
“Hay una necesidad de replantearnos y ver qué Estado necesitamos, cuál es el Estado
necesario para que sea eficiente y la gente no lo vea al empleado público como
un enemigo o un privilegiado, que es lo que le han planteado” desde
los discursos de odio del gobierno actual, analizó.
“Cuando la gente ve que el Estado no le da una
educación y una salud como la que necesita, termina visualizando al empleado
público como un privilegiado y ahà es donde tienen clivaje esos discursos que
se solazan de que se eche gente a la calle”, interpretó.
“Avasallamiento del Poder Ejecutivo”
Cristina afirmó que en la actualidad hay “un avasallamiento
del Poder Ejecutivo sobre atributos propios del Legislativo” y en este
sentido aludió a la doble vara con que son afrontadas cuestiones como el DNU
70/23, que derogó 70 leyes y modificó otras 300.
“ImagÃnate
que lo hubiera hecho yo. Con tÃtulos catástrofe estarÃan denunciándome a la
ONU. Pero como es un DNU que es marcadamente
anticonstitucional pero a favor de los sectores concentrados de la Argentina,
nadie dice nada”.
También citó como ejemplo el trato del Gobierno hacia
la prensa. “Mirá si yo
le hubiera dicho las cosas que Milei le dice a los periodistas. Me hubieran
cortado la lengua”, arriesgó.
Por otra parte, la presidenta del PJ rechazó cualquier
tipo de comparación entre la coyuntura polÃtica que recibió Néstor Kirchner
respecto de cuando asumió Javier Milei. “Nada que ver”, aseguró.
También
descartó cualquier comparación con su propia presidencia. “El
grado de ataque que tuve como presidenta se debe a las medidas que tomábamos” y
de su condición de mujer. “Los hombre tienen un problema muy grande con las
jefaturas femeninas, y en polÃtica más aún”.
¿Por qué ganó Milei?
CFK habló en términos autocrÃticos a la hora de
referirse a los motivos por los cuales Javier Milei llegó al gobierno en 2023. Sostuvo que una de las razones
fue “la gran apuesta que hizo el no peronismo y el antiperonismo con Macri, que
le fue mal”.
La segunda cuestión, agregó, tuvo que ver “con el fracaso” del gobierno de
Alberto Fernández, que no satisfizo “la expectativa” de la población
en reeditar las polÃticas de los gobiernos kirchneristas.
“Milei ganó por la expectativa que se generó con
respecto a lo que se habÃa vivido entre 2003 y 2015 en una suerte de poder
reeditarlo en el Frente de Todos, y que notoriamente fracasó”, reconoció.
Sin pacto
También rechazó de plano las versiones que hablan de un pacto
Kirchnerismo-Milei: “Cuando escucho decir eso, digo ‘esta gente está tomándome
el pelo’. No pudimos conseguir que diputados derogue el decreto 70. En el
Senado lo derogamos pero en Diputados no podemos juntar los números”.
“¿Quiénes no se juntan? Los dialoguistas y los del
PRO. ¿Quiénes le dieron los números para que aprobaran el RIGI y todo lo que
hicieron? Los dialoguistas y el PRO. ¿Y quiénes son los que no permiten que se
derogue el DNU de las condiciones para reestructurar la deuda? Los dialoguistas
y los del PRO. Y ¿quiénes son votan en contra de todo eso? El bloque de Unión
por la Patria. ¿Y resulta que los que acordamos con Milei somos nosotros? La verdad, son muy caraduras.
Son ellos el PRO y los bloques dialoguistas los que le están permitiendo a
Milei hacer cualquier cosa”
Definiciones
Durante la charla, la expresidenta dio una serie de
definiciones polÃticas que ofrecen una lectura de la realidad. Consideró que lo que entró en
crisis tras el menemismo fue “el agotamiento del modelo económico que proponÃa
la convertibilidad”.
“Una dirigencia polÃtica no se agota en sà misma si no
se agota el modelo polÃtico y económico que le dio su sustento. La generación del ‘94 fue la
que sostuvo el neoliberalismo en la Argentina y eso se hizo pedazos en 2001. No
hay una generación polÃtica escindida del modelo económico.”
“Yo a la polÃtica no la explico desde el consenso y el
no consenso. Yo lo veo desde el sostenimiento de un modelo económico”, agregó.
Como ejemplo citó la caÃda de AlfonsÃn en 1989. El
expresidente radical “no pudo administrar el desastre que dejó la dictadura y
terminó en un proceso hiperinflacionario que empezó a incubarse en 1976”, con
el inicio de la dictadura y “un proceso de endeudamiento fenomenal”.
“Menem acepta el modelo neoliberal a partir de la
caÃda del Muro de BerlÃn y la globalización”, pero luego el modelo neoliberal y
la convertibilidad que impuso duró sin tambalear sólo cinco años, hasta 1995,
aunque luego el modelo se cayó en 2001. “Es como que polÃticamente el neoliberalismo banca cinco
años, y después ¡pumba! Empieza el declive”.
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