"Salimos del lugar de vÃctimas y golpeamos el terror"
H.I.J.O.S, el fuego inicial
Por Hugo
Saidon/Ginzberg*
14 de abril de 2025 - 00:01
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. Imagen: Archivo
“… No olvide, será por eso
que aunque yo rezo no creo en el perdón, si en el destino que nos arrimo..” (R. Iorio)
Cuando los grupos de tareas
de la dictadura allanaban las casas donde convivÃan chicos para secuestrar,
desaparecer y asesinar, lo hacÃan siempre de madrugada. No era casualidad, era
un método que les garantizaba que hubiera niños presentes, lo que hacia mas
vulnerables a sus padres y facilitaba la tarea. El objetivo de la dictadura fue
implementar un modelo de paÃs para el cual necesitaban un disciplinamiento
social absoluto. Cuando hablamos de terrorismo de estado no es un eufemismo, es
una definición. La persecución de los genocidas no terminaba en el secuestro,
tortura, asesinato y desaparición de una persona, se extendÃa a toda la familia
con robos, detenciones, persecución, amenazas, exilio y también nuevas
desapariciones.
En medio del terror habÃa
niños y niñas. Bebes recién nacidos, chicos de 2 años, de 5, de 7, de 11. No
eran solo los hijos de alguien, eran personas. Personas con cuerpos pequeños,
con ojos que miraban álbumes de figuritas, dibujos animados, grupos de
uniformados reventando las casas, oÃdos pequeños con canciones, relatos de
futbol, puertas rotas a patadas, disparos, granadas. Niños y niñas, personas
que aprendieron temprano, como un juego, a usar nombres falsos, que estuvieron
solos en sus casas durante dÃas, que fueron presos y detenidos durante semanas,
meses, que pasaron por cárceles y campos de concentración, que fueron
torturados, desterrados, que completaban álbumes de figuritas, jugaban al
futbol y saltaban el elástico.
Cuando se fundó la
agrupación HIJOS, esas personas empezábamos nuestra vida adulta. En esa
comunión entendimos con profundidad que nuestras historias individuales eran
parte de una historia colectiva, no habÃa forma de entender la niñez que nos
atravesaba si no era desde la discusión y sobre todo desde la acción polÃtica y
no habÃa forma de discutir y de accionar polÃticamente sin la intensidad de
esas historias.
En ese gran quilombo multitudinario
y caótico que fue HIJOS en sus primeros años logramos sintetizar puntos
importantes. Los principales, a mi entender, fueron: reivindicar la lucha de
nuestros padres por una sociedad mas justa (asÃ, directo, sin vueltas, peleaban
por un paÃs para todos, se los llevaron por un paÃs para pocos, después
analizamos aciertos y errores, contextos o matices) y pelear para derrotar la
impunidad, no solo denunciarla. Era el rey desnudo, no querÃamos solo
descubrirlo, querÃamos que rodara la cabeza. Tomamos las consignas históricas
de "no olvidamos, no perdonamos", y le agregamos "no nos
reconciliamos". Fuimos a las casas de los genocidas libres por las leyes
de impunidad y los señalamos: acá vive un asesino. Nos reprimÃan, nos armaban
causas judiciales, siempre volvÃamos. Éramos las mismas personas, nuestros
cuerpos ya no eran de niños.
Salimos del lugar de
vÃctimas, enfrentamos al poder y golpeamos el terror.
El gobierno de Néstor
Kirchner tomo reivindicaciones del movimiento popular y las convirtió en
polÃtica de Estado, entre ellas las nuestras. Dijo: "formo parte de una
generación diezmada" y anuló las leyes de Obediencia Debida, Punto Final y
los Indultos. Muchos compañeros y compañeras pudieron asà atravesar el tiempo y
el espacio, juntar las dimensiones, y desde esos ojos de niños, con voces de
adultos, hablar en los juicios, dar testimonio y romper la impunidad.
De esa agrupación surgieron
muchas experiencias, y es justo decir que hubo grandes diferencias y peleas en
estos 30 años. De ese fuego inicial salieron agrupaciones, músicos y poetas,
escritoras, artistas plásticos, periodistas, cientÃficos, cineastas, dirigentes
polÃticos de todo el arco del peronismo y la izquierda, laburantes y
sobrevivientes, pero siempre, en todo momento y lugar por la Identidad y la
Justicia, contra el Olvido y el Silencio.
Fuimos y somos porque estuvieron las Abuelas, las Madres, los Familiares, las agrupaciones y partidos polÃticos, la militancia, los artistas, intelectuales, gremios y organizaciones en esta misma pelea, por eso nunca me gustó esa canción que dice "si ellos son la Patria yo soy extranjero", porque cada 24 de marzo me conmueve nuestro pueblo y pienso, "ellos son la patria, yo, con orgullo, argentino".
Memoria, Verdad y Justicia.
* ex militante de Hijos
Capital
Fuente: Página/12
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